Las creencias se mantienen, más o menos conscientemente, porque tienen algún beneficio para la persona. Así, por ejemplo, la creencia de que «Soy un desastre» puede ser útil a corto plazo para no enfrentarse a ciertas responsabilidades y evitar el temido fracaso.
La TREC enseña a aplicar el análisis coste-beneficio para mostrar que el mantenimiento de ciertas creencias no es conveniente a largo plazo. Es decir, genera más problemas que beneficios:
¿Es útil mantener esta creencia a largo plazo?
¿A qué consecuencias le lleva pensar así?
*Pragmático: Que se refiere a la práctica, la ejecución o la realización de las acciones y no a la teoría o a la especulación.